Si yo fuera una playlist, me gustaría que me escucharan con auriculares y en orden. En este caso, creo que el orden de los factores sí altera el producto; al igual que también creo que puedes llegar a conocer (un poco más), a las personas, según sus canciones del momento. Y no lo digo como una especie de análisis sociológico, como lo puede ser el horóscopo, no. Sino más bien como una manera de entrever las inquietudes y las ilusiones de cada persona a través de las palabras de otras personas.
Me parece cuanto más mágico, más curioso, cómo nos encontramos en las palabras de otras voces. Al igual que también creo que esas palabras ajenas, convertidas en propias, nos quitan cierta opresión por medio de una expresión indirecta.
La playlist, en su globalidad, se convierte en una ventana a nuestro verdadero yo que permite a los demás ser una especie de voyeur. Y hablo de la playlist como algo único y preciado, porque a pesar de que, a mi parecer, las canciones seleccionadas te definen durante un periodo de tiempo, creo que estas canciones son (y deben ser) cambiantes y temporales, al igual que nosotras.
¿Es por lo tanto la playlist un nuevo medio de expresión? Decididlo vosotras mismas mientras entreveís una parte de mis pensamientos por medio de otras voces.